Algo así como... divagando

Vine decidida a cerrar mi blog. Me dieron ganas de matarlo... así como mato todo lo que tiene que ver conmigo, todo lo que me gusta, todo lo que quiero. Pero lo vi, así, tan indefenso, tan cándido, tan sereno... y yo mala, cruel, sanguinaria... tenía la (no tan firme) intención de destruirlo. Cambié de opinión... no sé si debería alegrarme por eso.

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En la radio escuchábamos una canción de no sé quién, que dice algo así como: "...no habla de uniones eternas, mas se entrega cual si hubiera sólo un día para amar... la prefiero compartida, antes que vaciar mi vida..." y él, de pronto, dijo que no compartiría a la mujer que ama. Yo repliqué: entonces, no la amas... yo creo que es posible amar a quien no nos corresponde, que se le puede amar por el simple hecho de que existe y porque su sola presencia puede hacer que el mundo cambie, que el mundo se torne inusitadamente apasionante...
Hace tiempo de esa conversación; sigo pensando que puedo amar a quien no me ama, siempre y cuando no lo vea o escuche, pues tiendo a obsesionarme y eso implica que voy a dejar de comer y reír y cantar y bailar...

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Hoy cumplo 23 años. Ya me siento una viejita... de ahí lo de "veintegenaria" (dícese del joven de "veintitantos" que ha alcanzado la feliz vejez, según Plá). No sé por qué la feliz vejez me llegó tan rápido, supongo que eso le ocurre a la gente que pasa la mayor parte de su tiempo soñando... como yo que me despierto muy tarde, por lo que mi tía ya dice que soy la bella durmiente. He estado apagada, como seca o muerta... me gusta la idea de morir; de hecho abrigo la esperanza de que un tumor maligno me mate... y me pregunto por qué deseo eso y me respondo, no lo sé, tal vez la natural determinación de las cosas exige que yo deje de ser o... no, no lo sé; lo "inconcluso" es lo mio.

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Todavía me pregunto por qué se me ocurrió estudiar Filosofía; sé que eso tiene que ver con el cuento -que aparecía en mi libro de "Español Lecturas" de algún grado de la Primaria- de las amibas que comían lentejas dentro de un estómago y una le preguntaba a la otra si creía en la posibilidad de que ellas formaran parte de una realidad distinta de la que conocían, y la otra le respondía que no debería perder el tiempo pensando tonterías... o algo así.

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Me di a la tarea de engordar. En un mes pasé de los 45 a los 50 kilos. Eso sí que me alegra. Mi dieta ha consistido en tacos, tortas, hamburguesas, comidas corridas y chocolates... 

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Me encantan los puntos suspensivos, la conjunción adversativa pero, tender camas, atar cosas, besar niños cachetones, comer chocolates, los días nublados y tristes... y el drama.

(jueves 21 de diciembre de 2007)