domingo, 26 de julio de 2009
sábado, 25 de julio de 2009
Lo ocurrido
Tenía los ojos soñados, que no soñadores, no se confunda, amable lector. Ocurrió con seguridad en alguna ocasión, aunque no sabe si fue cuando amanecía o cuando anochecía, aunque bien pudo ser durante un sueño apacible y reparador; mas no descarta la posibilidad de que el sueño fuera violento y hasta doloroso. No gritó, puedo garantizarlo, pues esa es cosa contraria a su ya encarnada convicción de no hacer escándalos innecesarios, y menos cuando lo ocurrido se presentó así, tan como si ya se le esperara: con la mesa puesta, y comimos y bebimos... pero no como usted imagina, querido lector, porque yo no hablo de comestibles, ni de mesas galanamente aderezadas, ni de glotones bonachones, sino de lo ocurrido: y el calor del sol le pareció un tormento, lo mismo que el frío nocturno y la tibia lluvia.
martes, 21 de julio de 2009
Dormidos
Después de una discusión, un fuerte dolor de cabeza, unos burritos, unas aspirinas, y muchos besos, nos quedamos dormidos en el Jardín.
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