viernes, 9 de agosto de 2024

Perdón


Me ando contemplando de lejos: me veo como un río lento de lodo entristecido o un árbol destartalado. En la búsqueda de mí, me perdí. ¿Por qué me lo permití? Me agazapé dentro de mí porque tenía miedo. Me abracé a mi corazón para cuidarlo. Me quedé en silencio, quieta, a oscuras, y me olvidé de mí, de mi alegría descontrolada, de mis historias interminables y de mis sueños de colores. Cual deidad petrificada por el dolor, deidad sí, alebrije antiquísimo vivo, escucho el crujir de mi cuerpo entumecido que despierta.