Todos los días es el mismo día.
Iba a decir la verdad. Yo siempre me quedo en el "iba". Iba a explicar por qué me volví tan gris, por qué lo extrañaba y lo necesitaba tanto, por qué no podía dejar de pensarlo. Todo era un asunto psicológico muy serio que había entendido por fin.
Pero tengo esta tristeza seca, rancia, podrida, que me come, así que ya no importa.
viernes, 12 de octubre de 2012
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