Con mi muy superficial manera de entender el mundo, me parece a veces que nada tiene sentido y a veces que cuanto existe, siempre colgado de la nada o del azar, se parece a lo que pienso que es lo milagroso. Aún con la amargura cotidiana que ha tenido a bien inundarme cada vez con más frecuencia, lo vislumbro. Y pienso en mí y en mi historia pequeñita y en los remolinitos que son mis tormentos.
jueves, 16 de enero de 2014
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