miércoles, 27 de mayo de 2009
Distraída
Te recordaba en la lejanía de cinco minutos que nos acababa de separar y pensaba en la futura lejanía de horas y hasta de días que nos esperaba... que nos espera. Pensaba en tu mirada tan llena de estrellas, y en tu seriedad; en lo fácil que es que te hundas en tus pensamientos y te muestres distante, frío e irremediablemente ajeno... ¡a mí! Basta una mirada o un comentario distraído y mal avenido, de esos míos, tan míos... Te amo.
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