sábado, 26 de junio de 2010

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El amor en los tiempos de la promiscuidad


Si son ciertos los reportes de varios periódicos y revistas y hay estudios donde se señala que el adulterio va en aumento de manera abrupta, me pregunto si aún tiene sentido pedir y creer en la fidelidad de la pareja ¿no sería mejor suponer que la infidelidad es un hecho y construir de ahí otro tipo de relaciones? Creer en lo que es falso implica vivir en el engaño y, cuando la evidencia es mucha, ser un obcecado.

De: Luis Muñoz Oliveira


(Me reconforta, oh sí)

1 comentario:

Mérita Sujey Abad dijo...

El desapego es una buena idea para sobreponerse al dolor (y para la vida en general); de hecho, pienso que es algo muy sensato (y difícil de lograr).

Puesto que valoro mi libertad, estoy dispuesta (y, pues, aunque no quiera...) a concedérsela al otro y más aún a la persona que amo, y si su felicidad está en otros seres, pues adelante (aunque tal vez yo prefiera hacerme a un lado, porque yo...). Pero no estoy de acuerdo con darle mi tiempo a una persona mentirosa y desleal que no cumple con lo pactado (porque asumo que hablamos de la infidelidad dentro de relaciones amorosas con pactos de exclusividad). Para eso existen las relaciones abiertas y la honestidad.