martes, 26 de agosto de 2008

Asesinos seriales

Reseña inconclusa e inconexa de un documental:


Ayer vi un documental sobre asesinos seriales: personas que, ya sea porque tienen algún daño cerebral o porque fueron maltratados o humillados severamente durante su infancia, han desarrollado un gusto malsano por torturar, violar y asesinar a gente inocente... El psiquiatra encargado de tratar clínicamente tanto a asesinos seriales consumados como a asesinos seriales en potencia, sostenía que la necesidad del asesino de cometer un crimen se asemeja al deseo de saciar el hambre, y que una vez realizado el acto de salvajismo, el criminal se siente relajado y de buen humor: no hay culpa, no hay pena.
Algunos de los asesinos seriales se muestran a sí mismos convencidos de que sus actos están plenamente justificados, creo, no obstante, que no son conscientes de la brutalidad con la que se atrevieron a destruír la existencia de otro ser humano: tan insignificante o, en el mejor de los casos, tan importante y llena de sentido como la del asesino mismo.
No me queda más que sentir repudio por cualquier acto que atente voluntariamente contra la integridad y el bienestar de cualquier ser humano. Pese a lo absurdo del mundo, nadie debería ser ultrajado. Nadie.

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