No, señores, no hay que amar. Si de algo me gusta hablar es de amores y, sobre todo, de desamores. Cuando un buen amigo, con ojos llorosos y rostro demacrado, me cuenta de un nuevo desventurado amor, yo, emocionada, lo consuelo diciéndole que eso que siente es una de esas cosas por las que vale la pena vivir, pues, esa emoción -por dolorosa que sea-, debido a su intensidad, es digna de experimentarse y mejor que "el torturante sentir que no se siente"*... soy ingenua -y cruel-. No es que jamás haya sido "amablemente" pisoteada por un supuesto amor, es que tengo mala memoria. Pero no se preocupen, queridos amigos, el destino les hace justicia, pues, una vez más soy presa de los tormentos de un amor desgraciado.
*Jaspers
(martes 22 de mayo de 2007)
domingo, 10 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario